sábado, 10 de enero de 2015

Las mentiras que me enseñó mi maestro.

La educación actual está en una situación en la que los alumnos solamente vomitan en el examen todo lo expuesto por el maestro durante sus clases, pero ningún alumno se pregunta por la veracidad de esos datos. Esto es resultado de la relación vertical entre el alumno y el maestro, explicada en otra entrada de este mismo blog, en la que al alumno no se le pasa ni por la cabeza el dudar de cualquiera de las palabras del maestro.                                                                       Algunas de las "mentiras" más comunes de los maestros son las típicas del Ratoncito Pérez, o que su asignatura es la más importante. También hay otras como que Cristóbal Colón descubrió América, cuando en realidad, los primeros en llegar allí fueron los Vikingos, o que Cervantes perdió una mano en la Guerra de Lepanto, cuando en realidad sólo fueron dañados sus nervios de dicha mano
Por esto debemos impulsar un modelo de relación vertical entre el alumno y el maestro, en el que las relaciones interpersonales estén todas al mismo nivel y en las clases se establezcan vínculos que estén en el mismo estrato. De este modo, los alumnos no tendrán reparo en preguntar e intervenir en la clase del maestro para someter cualquier contenido a duda y poder abrir un debate para razonar, siempre con fundamentos y desde la razón. Actualmente contamos con un gran número de fuentes de conocimiento de las que podemos hacer uso para autoservirnos para crear nuestro propio conocimiento, y así evitar creer cualquier cosa que una persona nos comunique, sin someterlo antes a duda para saber si de verdad es eso cierto, o no...




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