En este segundo capítulo del libro de María Acaso, se aborda el tema del poder en el aula, destacando primero, la actual relación vertical de la que tantas veces hemos hablado en este blog entre el maestro y los alumnos. Esta relación debe cambiar, y debe establecerse una comunidad escolar y en particular, en cada clase, en la que se establezcan una igualdad de derechos y obligaciones, con la misma voz para cada uno. Los alumnos deben hacer un uso responsable de la totalidad de fuentes de información de las que pueden hacer uso con su edad, que son muchas, y poder utilizarlas de manera constructiva para mejorar su conocimiento. Esto supone el poder dudar de cualquier afirmación expuesta por su maestro, a la que no le siga una explicación coherente sobre el tema. El alumno tiene derecho, y debe dudar de cada concepto nuevo al que le sea expuesto, y esto hará que mejoren sus conocimientos en cualquier campo.

Por este motivo, debemos imponer nuestro modelo educativo, el más eficaz, la rEDUvolución, del que salgan preparadas grandes personas, en vez de un sistema de producción en serie de copias exactas que sucumban ante las injusticias presentes en nuestros días.
¡Debemos enseñar a nuestros alumnos a hacer un uso responsable de las fuentes de información, y que las usen para formarse cómo ciudadanos de bien, a los que no se les engaña fácilmente!
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